Via Crucis
Décima Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras. |
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Despojado de toda mentirosa apariencia terrena, Jesús está ante Dios en su pura verdad de inocencia. Él es el Hijo amado, digno de honor y de gloria. Son los que se mofan de él quienes merecen desprecio y vergüenza. Hoy también la ostentación y pública fama de algunos no son necesariamente aprobados por Dios, mientras que muchos que el mundo olvida y desprecia son tal vez los que ante Dios merecen más elogio y gloria. Todos: Perdónanos, Señor Por las veces que con chismes o calumnias hemos privado a otros de su buen nombre... Por las veces que hemos ensuciado nuestro cuerpo o nuestro espíritu por vicios y conductas deshonrosas... Por las veces que hemos despojado a otros de sus bienes o no los hemos socorrido en su pobreza... |